Las metas plasmadas en el Acuerdo Nacional de Desarrollo Humano, ANDH, firmado en octubre del año pasado en el Enade, son ambiciosas. En este quedaron plasmados objetivos a lograr en el 2021 en materia de nutrición, educación y capacitación técnica. Tenemos escasamente 6 años para ejecutar un plan de acciones concretas que lleven al punto acordado por los partidos políticos como horizonte que guíe las políticas públicas en los próximos años, independientemente de quién gobierne.
Los compromisos específicos que se incluyeron en el ANDH relativos al área de educación son: 1) Para el 2021, en las pruebas de matemática y lectura el nivel de logro esperado será de 75% en primaria y de 60% en la secundaria, tanto en tercero básico como en diversificado; 2) Contar con docentes preparados y competentes, apostando por un proceso de selección con base en el mérito; 3) Dar continuidad a la realización de pruebas nacionales periódicas, continuas y comparables en los distintos niveles educativos; 4) Garantizar que el 100 por ciento de los centros educativos cumpla con la jornada escolar y los 180 días de clase como mínimo.
De la mano de los compromisos debe ir la oportuna divulgación de los resultados de las pruebas nacionales realizadas a los alumnos en lectura y matemática en cada centro educativo, con el fin de que puedan elaborarse planes de mejora que contemplen estrategias de fortalecimiento de la comprensión lectora y de enseñanza de la matemática con métodos que hagan agradable y efectivo su aprendizaje. La amplia difusión de resultados que se ha dado en los medios de comunicación ha logrado que muchos padres de familia pongan atención al grado de preparación que están obteniendo sus hijos en el centro educativo en el que estudian.
El mayor desafío para mejorar los aprendizajes es el fortalecimiento de la profesión docente, tomando en cuenta todos sus aspectos, desde la formación inicial, la actualización en servicio y profesionalización, la selección y contratación de los mejores candidatos, la evaluación e incorporación de incentivos alineados al desempeño, que debería traducirse en una nueva carrera docente. Esta se aplicaría para los docentes que sean contratados en el futuro. Mejorar los procesos de selección es una acción urgente que implica el establecimiento de estándares más altos y la contratación únicamente de los maestros que superen el criterio mínimo en las pruebas diagnósticas que se realizan a quiénes desean optar a una plaza del Ministerio de Educación.
La línea base, es decir, los resultados de las pruebas nacionales en 2013 indican que solo una cuarta parte de los alumnos alcanza el nivel de logro en lectura y solo uno de cada diez lo hace en matemática. La difusión de dichos resultados por centro educativo que han realizado los medios de comunicación ha generado una sana competencia orientada a mejorar. Se han comenzado a replicar las buenas prácticas; los centros cuyos alumnos obtienen los mejores resultados han empezado a compartir con otros sus estrategias exitosas.
Los resultados de las pruebas nacionales no nos indican cuál es el mejor centro educativo, debido a que no se pueden medir todos los elementos relacionados con el desarrollo de las competencias esperadas, pero sí indican qué centros están haciendo una labor positiva en las áreas básicas de matemática y lectura. Lo importante es tener una herramienta de medición que indique si hay una mejora. Los padres de familia necesitan un sistema de información que les permita tomar las decisiones que consideran adecuadas para sus hijos. Los colegios que no tienen tan buenos resultados deberán implementar estrategias para aumentar el tiempo dedicado a lectura y matemática, así como revisar las capacidades de sus profesores, implementar tutorías o apoyos para alumnos que lo requieren, así como aprovechar las ventajas que ofrece la tecnología a través de materiales de apoyo al aprendizaje disponibles en la red. Es necesario e importante caminar con paso firme en dirección al logro de las metas 2021.
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