"Lección 1: Reducir los costos de ir a la escuela" por Salvador Paiz (19/06/2014)

 

Desde finales del año pasado he formado parte del Diálogo Interamericano (Inter American Dialogue), un centro de pensamiento para el análisis político, comunicación e intercambio sobre temáticas relativas al Hemisferio Occidental. Su labor principal se centra en generar debate, ideas y propuestas para el mejoramiento de políticas públicas.

Uno de los esfuerzos más valiosos que el Diálogo Interamericano realiza es la divulgación de documentos académicos que analizan importantes temáticas, como la educación. Este mes, en colaboración con PREAL (Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe), publicaron el documento académico “¿Qué puede aprender Latinoamérica de la evaluación rigurosa de políticas públicas educativas de impacto?” Este es un análisis de cuatro lecciones principales sobre políticas públicas educativas que han generado un impacto positivo en países en vías de desarrollo alrededor del mundo y que, a su vez, son aplicables en Latinoamérica.

Cada una de estas cuatro lecciones son un considerable aprendizaje para el sistema educativo de nuestro país ya que destilan la esencia de las intervenciones de comprobado impacto. Me parece que podemos dejar de “inventar el agua azucarada”, para pasar a un debate que construya sobre estas mejores prácticas y las cifras que las respaldan. Dedicaré este espacio durante las próximas cuatro semanas para arrancar la discusión en torno a cada una de las lecciones.

La primera lección se enfoca en cómo reducir los costos de ir a la escuela y la ampliación de acceso a educación, mejora de asistencia regular y los logros académicos. En ese sentido, para muchos padres supone un costo altísimo permitir que sus hijos asistan a la escuela, no solo por el costo de oportunidad que esto representa para ellos, sino el pago de complementos que deben hacer, es decir, bienes que deben ser consumidos de manera simultánea con la escolarización. Entre esos costos están el transporte, los uniformes, los anteojos, la comida y los medicamentos.

En cuanto al transporte, la reducción del tiempo de viaje a la escuela resulta en el incremento de niños inscritos. Hay dos formas para lograrlo, primero al construirlas más cerca de las comunidades y luego proveyendo medios de transporte. En Guzara y Adraskan, dos comunidades de Afganistán, hubo un aumento en la matriculación escolar hasta de un 47 por ciento con el empleo de escuelas localizadas en comunidades.

En Bihar, India, se aplicó un programa en que se les daba a alumnas de secundaria una bicicleta para poder asistir a estudiar. Esto no solo incrementó la matriculación de niñas en la escuela secundaria un 30 por ciento, sino también redujo la brecha de género un 40 por ciento.

Por otro lado, la provisión de uniformes, anteojos, alimentación escolar y medicamentos ha impactado de manera positiva tanto en la asistencia a la escuela como en el incremento de matriculaciones. En Busia, Kenya, el suministro de uniformes redujo el absentismo de alumnos hasta un 62 por ciento, mientras que la dotación de desayunos en preprimaria incrementó la asistencia 30 por ciento.

Sin embargo, aun así, muchas familias prefieren que sus hijos no asistan a la escuela, porque necesitan que trabajen para poder generar más ingresos familiares. Es por eso que en distintas partes del mundo se han introducido programas de transferencias en efectivo, bonos o subsidio de escuelas privadas, para así compensar a familias de bajos recursos y expandir las opciones de asistir a la escuela.

En Colombia se evaluó el impacto de un programa de bonos a familias de bajos recursos cuyos niños mantenían un nivel académico satisfactorio. Después de tres años, los beneficiados no solo redujeron considerablemente su nivel de repitencia, sino también mejoraron sus calificaciones en matemática, lectura y escritura.

Las iniciativas presentadas han sido fundamentadas debidamente, demostrando así su impacto positivo en matriculación y asistencia escolar. Aunque recientes estadísticas muestran un aumento en la cobertura educativa en Guatemala, aun así hay importantes brechas, particularmente en el interior de nuestro país.

Me parece valioso que evaluemos la aplicabilidad de estas propuestas e iniciativas que no solo ayudarán a subir las bajas tasas de matriculación escolar, sino ampliarán las opciones educativas para muchas familias. Lograr que más de nuestros niños asistan a la escuela es dar un paso decidido en la dirección correcta.

 

Fuente: elPeriódico, 19/06/2014

 

 

Fecha del Artículo: 
Jueves, Junio 19, 2014

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