"Prácticas de excelencia II" por Hosy Orozco (13/11/2014)

Los programas tradicionales de FID separan teoría y práctica.

La Oficina Regional de Educación de la Unesco para América Latina y El Caribe, publicó en junio de 2006 el estudio denominado “Modelos innovadores en la formación inicial docente”, que analiza y compara siete programas de formación inicial de docentes de Latinoamérica y Europa, que fueron considerados bajo diversos criterios como modelos innovadores consolidados, por contener “aportes novedosos que parecen contribuir a una mejor consecución de sus objetivos”.

Estos programas de Formación Inicial de Docentes (FID) son los ofrecidos por la Universidad Nacional de General Sarmiento (Argentina), de Minas Gerais (Brasil), Universidad ARCIS en Talagante (Chile), Licenciatura en Educación para la Infancia de la Universidad Pedagógica Nacional (Colombia), Universidad Humboldt (Berlín, Alemania), Universidad Autónoma de Madrid (España), y STOAS Universidad Profesional (Holanda).

Se identificaron cinco características comunes y explicativas de su reconocido éxito formativo: existe una cultura innovadora en el centro; la contextualización de la propuesta en su institución de pertenencia, su historia y su entorno; íntima relación entre los aportes pedagógicos y los organizativos; existencia de un marco teórico que orienta el diseño y la aplicación; y un enfoque de abajo hacia arriba.

Cada modelo tiene características innovadoras que le distinguen, tal el caso de la forma en que abordan la interrelación entre teoría y práctica. Tradicionalmente los programas de FID hacen una separación entre teoría y práctica, entendiendo por teoría la fase de transmisión de conocimientos que los alumnos deben “aprender” en las aulas de su centro educativo, en periodos tradicionales de clase y con tareas para realizar en casa; mientras la práctica se realiza “fuera” del propio centro educativo en un centro de práctica y generalmente “al final” de la formación teórica, donde se espera que los alumnos desarrollen o apliquen esa teoría o modelo aprendido.

La práctica es la fase final de la formación. Los modelos innovadores antes citados, al contrario, aportan una visión dialéctica en la relación entre teoría y práctica, distribución temporal de las prácticas profesionales, su desarrollo en contextos variados, apuesta por unas prácticas de calidad y su creciente peso dentro del currículum. Ampliaremos estas características.

 

Fuente: Diario de Centroamérica, 13/11/2014

Fecha del Artículo: 
Jueves, Noviembre 13, 2014

Añadir nuevo comentario

8
y
P
y
7
r
Ingrese el código sin espacios.

 

25 avenida 1-89, zona 15, VH 2, Edificio Insigne, nivel 17, of. 1702. Teléfonos: (502) 2319-8278, 3677-3498  Correo electrónico: exe@empresariosporlaeducacion.org