"La educación cambia vidas" por. Verónica Spross de Rivera

"La educación cambia vidas" por Verónica Spross de Rivera

Es un medio importante para generar oportunidades de superación personal.

¿Qué tan importante es la educación para cambiar la vida de las niñas y de las personas de menores recursos? Hace poco me preguntó esto un grupo de estudiantes de secundaria que realizan una actividad de aprendizaje y dialogan sobre cuál es el rol de la educación para lograr la equidad. La educación tiene el potencial de cambiarle la vida a una persona, les comenté. Es un medio importante para generar oportunidades de superación personal y mayor desarrollo humano, para la persona y su familia. Pero solo se logra si es educación de calidad que le prepare para la vida. 

Desempeñarse activamente en un trabajo lleva a tener un ingreso para satisfacer sus necesidades y las de su familia. La educación abre puertas; sin embargo, aunque hay mejoras significativas en relación con tres décadas atrás, en nuestro país aún hay grandes desafíos para que la educación permita un futuro distinto al que podría derivarse de la condición social de la familia de cada quien. Para ilustrar mejor la realidad comentaremos algunas “historias de barrio” de personas comunes y corrientes que nos permiten entender más la realidad. (Los casos son de personas reales, los nombres son ficticios, excepto el de Marcos, quien ha escrito un libro y es muy conocido.)

La historia que me dejó una huella profunda es la de la maestra Gladys, que ha llegado muy lejos en su trayectoria, logrando desempeñarse con muy buenos resultados en la escuela donde atiende cada año a un grupo de niños generalmente de primero o segundo grado. Ella nació en una aldea del área rural en un departamento con vasta producción agrícola. Su familia le permitió estudiar hasta sexto grado. Cuando indicó que deseaba continuar en secundaria para ser maestra, no le fue autorizado. Debió irse de su casa y estudiar en una ciudad lejana para poder perseguir su sueño. Afortunadamente logró graduarse como maestra para apoyar a cientos de niños durante su carrera.

Otro caso impactante es el de Vilma, que nació en un municipio del oriente del país, no tan lejano de la ciudad capital. Su padre le permitió estudiar hasta tercer grado de primaria. Cuando ya había aprendido a leer y escribir, así como sumar y restar, le dijeron que era suficiente estudio, que sería mejor dedicarse a ayudar en la casa y aprender las tareas domésticas, así como cuidar a los hermanitos. A pesar de que se sentía más afortunada que sus hermanos mayores que nunca fueron a la escuela, en su corazón deseaba seguir estudiando y aprender cada día cosas nuevas. Más adelante se inscribió en la escuela nocturna y completó el sexto grado. Trabajó muchos años en una fábrica, desempeñándose exitosamente. Su realidad despierta la inquietud: ¿Y si Vilma hubiese concluido la secundaria? Posiblemente habría ido a la universidad y alcanzado un título profesional.El tercer caso es el de Marcos Andrés Antil, que en su libro Migrante narra cómo la educación le cambió la vida. Nació en la aldea Nancultac, del municipio de Santa Eulalia, Huehuetenango, pero su familia emigró a los Estados Unidos, donde tuvo la oportunidad de estudiar la primaria y secundaria en Los Ángeles. A pesar de las dificultades y desafíos enfrentados logró culminar su carrera universitaria en el área de informática y sistemas. La educación le abrió la puerta para emprender un exitoso negocio que tiene sedes en distintos países y cientos de empleados. Así concluimos que la educación es fundamental para alcanzar los sueños y el potencial de cada uno, independientemente de su condición social.

https://elperiodico.com.gt/opinion/opiniones-de-hoy/2021/10/14/la-educac...

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